jueves, 7 de febrero de 2008

Paralelo al otro mundo.-







El cielo respira normalmente, como si nada.
Nubes desesperadas por hacerse ver. Sueños que se rompen con la fragilidad de este mundo. Estoy escuchando tus caricias y ni puedo detener el campaneo de mis entrañas exitadas. Promesas con aroma a un sinfín de desesos guardados en un olvidado cajón de cosas inservibles. Tengo frío, la puerta de mi alma esta abierta, viene de ahí.- El teléfono suspira cansado de peleas estúpidas causadas por mentes enfermas de miedo absurdo y finales predecidos una y otra vez. El tiempo me devora, usando mis huesos como escarbadientes... Los objetos hablan, gritan, abruman... se convierten en mi peor pesadilla... me persiguen y a veces los veo con patitas. El techo se me cae encima, quiere atraparme, estira los brazos... pero soy tan escurridiza, como la lluvia en la cintura de mi guitarra. El aire tiembla y se muerde los labios para no llorar, esta atmósfera es insoportable, escupe rescuerdos con dientes afilados. Brotan antojos de mis ojos, todo sale de ellos como una catarata de ilusión... Mi cama lo extraña, y anhela su descanso, su paz y nuestro amor... pero mi cama es ingenua.-
Las cosas, los objetos, las nubes, la cama, el techo, la guitarra, las promesas, el teléfono y los calambres de un corazón malvado y de ojos ruiseños... todo eso, se parece a mí...
pero yo también soy ingenua.-

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