viernes, 16 de mayo de 2008


Un espejo roto y la mala suerte de un martes 13. Me estoy quedando dormida y cada vez hay menos tiempo. Se me cierran los ojos, ya no puedo. Necesito descansar. En la sonrisa que adorna tu envase me hayo siempre predispuesta a todo, pero cada vez me convenzo más de lo poco inteligente que puedo llegar a ser. Me pesan las ideas y no tarareo esta melodía. Amanece alegría, pero esta rareza que siento me tapa la vista y todo me golpea... una y otra vez. En el meneo de pestañas, alguna vez, nos perdimos. Pero algunos momentos, de tan lejos que están, se ven microscópicos. Quiero pertenecer a tus brazos de pulpo .-

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