sábado, 7 de junio de 2008

Para mi Pre-Ceremonia .-


Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda la ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada sirve.
El amor es sufrido, es beningno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombres, dejé lo que era de niño.
Ahora vemos por espejo, oscuramente, mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Corintios 1; Capítulo 13

1 comentario:

Anónimo dijo...

teamo!!