Encrucijada del sí y del no.
No me soporto y no soporto que existas en la realidad que te dibuja.
Qué tristeza invade la atmósfera de hoy, es inaguantable la poca gana de respirar el denso aire que me habita.
Necesito un suero, una llave, un destapador de botellas que contengan algo que me embriague de una paz ajena de tan desconocida en mi interior.
Lágrimas que se derraman como ácido de unas mejillas cansadas y refregadas por estas manos que no paran de temblar.
La impotencia es, definitivamente, el sentimiento más repugnante que este día azul francia me distingue en la piel.
La impotencia es.
Quiero dejar de absorber tu presencia y verme hermosa en el lado oscuro de la luna.
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