sábado, 9 de octubre de 2010


Una caricia verdadera con el corazón en la mano y la ansiedad en la punta de la lengua.
Un rostro con ilusión, ensoñación. Un rostro tonto, colgado, rosado, perfumado. Un rostro.
Y una boca de ciruela, dulce y agria. Que pinte color púrpura cuando besa.
Una boca de ciruela y que respire vida.

No hay comentarios: