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Distraídas, se dieron las cabezas contra una enorme pared,susurraron lamentos continuos que nada tenían que ver.Quedaron amordazadas, gimiendo, en desconsuelo...tremendamente muertas de miedo y frío.Suenan los teléfonos detrás de las copas de los árboles...suenan pero nadielos oye, es espeluznante.Y a ellas todavía, les tiran de las orejas cuando cumplen años,aunque hace ya mucho tiempo los tirones en el cuerpo no les duelen.
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