[ Borrachera de seis sentidos ]

Es diminuta mi astucia y me mira desde un rinconcito, temerosa de sorprenderme algún día. A menudo confundo, o quiero confundir, esta realidad con mi paraíso perfecto. No quiere ser verdad. Mis manos están pendientes de cada una de sus caídas, para levantarlo y no dejar que se rinda. Es un sueño profundo lo que mueve su caminata pausada. Algunas veces él tiene paz. Su pesadilla es envejecer y rodearse de rutinas. Lo comparto, también temo. Sus neuronas están borrachas de sus seis sentidos, y muerden. Los enlaces químicos de nuestras almas son compatibles hasta en nuestros peores días. Mientras que mi caja toráxica explota cuándo él se me acerca. Nos querémos. Yo me pinto los labios de rojo fuego y le exijo que no me reprima - le exijo que no me reprima - El ajusta su cadera al tacto con mi cintura. No se escucha más nada, solo respiración... cómo un embotellamiento de melodías, que se abrazan para no soltarse nunca jamás...


Funámbula Bipolar * .